«Ánimo, soy yo, no teman». Mc 6,45-52.

Evangelio de San Marcos 6,45-52.

• Los avances de la misión de Jesús continúan. Hoy tenemos un auténtico thriller cargado de suspenso y emoción: Jesús se manifiesta a sus discípulos en medio de la tempestad.
• El centro del episodio son las palabras con las que Jesús se identifica: «Yo soy, no teman». Resuena en ellas el eco de la identidad de Dios cuando se manifiesta a Moisés: «Yo soy».
• El contexto de esta manifestación –teofanía– de Jesús contribuye a darle su sentido. Jesús había embarcado a sus discípulos solos. Él despidió a la gente y se retiró a orar.
• De pronto ellos se encuentran en medio de una tempestad sin saber qué hacer. Se espantan. Hay un simbolismo en este hecho: la tempestad es lo que están viviendo y vivirán en medio de la gente a la que son enviados: «¿Dónde está el Señor? Nos ha dejado solos».
• Él está presente, pero de un modo discreto, imperceptible: Él está en oración y tiene presentes en su súplica al Padre a sus discípulos.
• Al aparecerse ante ellos en medio de la tempestad, lo que hace es infundirles serenidad y paz, y garantizarles que está en medio de ellos acompañándolos.

Fco. Quijano OP.